domingo, 22 de febrero de 2015

Big Eyes


Ella mantenía su concentración en una pieza de ropa que acomodaba en la vitrina. Él mantenía su concentración sobre ella desde la caja. Tanto la veía que el cliente que entró en la puerta tuvo que hablarle tres veces hasta que respondiera.

- ¿Lo tienes?

- ¡Ah! Perdón ¡Hola!

- ¡Hola! Los zapatos ¿Los tienes en talla más grande?

- Emmmm, no, no. Lo siento.

El cliente se volteó y vociferó algo. Ella se rió del cliente. Él rió con ella buscando complicidad.

- ¿Qué le pasó?

- Nada. No sé la verdad. Yo... voy a tomar agua-

- Anda-

Él salió por la puerta de atrás de la tienda, encendió un cigarro y disfrutó cada bocanada. Aunque en su mente todavía tenía la imagen de esos grandes ojos negros que le habían hipnotizado. De esa chica de brazo tatuado que le había enganchado. De ese cabello negro que caía sobre la piel blanca.

Terminó el cigarro, volvió a la tienda.

Ahí estaba ella, con sus grandes ojos viendo al vacío. Yacía sobre un charco de sangre. Sobre ella estaba parado El Cliente, mostrando sus dientes, con su mirada en él. Viéndole fijamente con un hacha que goteaba sangre.

- ¿Ahora sí tengo tu atención?

Él estaba paralizado del miedo. El cliente caminó hacia él con su hacha en mano.

Pronto él y ella estarán juntos de nuevo.

@mynameisteo

1 comentario:

Ma.Teresa Sánchez dijo...

Me dejas sin palabras... Mis ojos se abren ante la imagen en mi mente y en tus letras, esa escena donde una sola frase "Tengo tu atención ahora? Una frase cargada de odio y resentimiento... Una condena a muerte.